Los clavos de olor son los botones de flor antes de abrirse de un árbol tropical. Esta especia es una de las más fuertes que existen, y tiene un sabor dulce, penetrante, algo amargo y picante.
Es fundamental en las cocinas de India, China, Grecia y Rusia. Aunque está más presente en pastelería y panadería, también combina con lo salado.